Me encanta Jaen

DE LA WEB INSPECTORIAL...ME PARECE UNA INICIATIVA IMPRESIONANTE QUE DICE MUCHO DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL...

La comunidad parroquial San Juan Bosco, de Jaén, ha puesto en marcha su particular dispositivo de acogida, solidarizándose con los inmigrantes subsaharianos sin techo que aún se encuentran en la capital a la espera de encontrar trabajo en la campaña de recolección de la aceituna.

Desde el pasado sábado, y tras la decisión adoptada por el Consejo Pastoral de la parroquia, una veintena de ellos pasa la noche en uno de sus salones habilitados también con los colchones y mantas que han sido ofrecidos por los propios feligreses.

Ante la respuesta insuficiente de los organismos oficiales y coincidiendo con el tiempo litúrgico de Adviento, el párroco, Juan Francisco Rubio, abogó por “abrir la puerta a la esperanza”, dando una respuesta “más humana y cristiana” a los cientos de temporeros que estos días llegan a la provincia para ganarse la vida y que “sufren un sistema económico feroz”. En este sentido, señaló que la iniciativa surgida entre los propios integrantes de la comunidad es un “gesto de solidaridad y de coherencia” ante la situación por la que están pasando.

El salón parroquial abre a diario en torno a las nueve de la noche, acogiendo a un grupo de subsaharianos con los que se ha establecido contacto gracias a la labor realizada por una asociación de senegaleses que habitualmente se reúne durante todo el año en las dependencias parroquiales.

Además, dos equipos de voluntarios establecidos por turnos se encargan de atenderlos personalmente, dispensar leche y galletas por la noche y los desayunos a primera hora de la mañana antes de marchar en busca de un contrato en alguna explotación olivarera.

“Además de acogida, también le brindamos nuestra amistad”, explicó el párroco, quien consideró que el problema de la inmigración que cada año se repite en la provincia es “de base y escabroso”, aunque no por ello es necesario prestar cuanta ayuda necesiten. Asimismo, gracias a la colaboración altruista de los vecinos, el nuevo espacio parroquial cuanta con provisiones para unas dos semanas.