05 noviembre 2006

Los cooperadores de la semana: Monica y Jaime

Esta semana toca hablar de un par de cooperadores que han ayudado de forma increible a que el Centro de Jerez-El Valle sea hoy lo que es. Monica, natural de Jerez, siempre vivió su vocación salesiana desde pequeña en el Colegio de las Salesianas de Calle Cabezas y Jaime hacía lo propio en una familia "salesiana" donde las haya en el sevillano Colegio de San Vicente. Tras años de pastoral, oratorios y grupos de fe coincidieron en un veraniego campamento en elque empezaron a conocerse. Dos semanas después volvían a encontrarse en el Campobosco Nacional por las tierras de Don Bosco y allí surgió el amor. Sin duda lo que allí surgió se forjó en el mejor contexto que podría nacer y con el tiempo sabrían recompensar a la asociación con los dones recibidos.

Tras un intenso periodo de formación que cada cual hace en sus respectivos centros hacen juntos la promesa en Utrera en 2004 y Jaime finalmente "ficha por el Centro de Jerez", semanas mas tarde se casan y comienzan su vida en Jerez. Recopilamos frases textuales de Jaime publicadas en el boletín con motivo de la erección canónica de Jerez: "Dicen que la distancia es el olvido pero en el momento en el que dejé mi Sevilla y comencé una nueva vida en la ciudad de jerez de la frontera cambió toda mi vida, mis costumbres, hábitos, etc...pero hubo algo en lo que no percibí mucho cambio, todo quedaba casi igual, gracias a la familia que encontré en Mis cooperadores de Jerez, mi vocación salesiana no la olvidé. Es increible eso de no conocer a casi nadie y sentirte como en casa, pues eso es lo que yo sentí y siento cada vez que me reúno con mi grupo, "eso es lo que tienen los cooperadores".
Tan en casa se sentían que empezó a llegar la familia Jaimete, un pitufo que reobsa santidad y que no se pierde una reunión del Centro y la recién llegada Julia, caracterizada por su insaciable instinto de succionar el elixir salesiano que su madre le transmite. Jaime trabaja por los jóvenes en las mercedarias de Lora del Rio a unos cuantos kilometros de Jerez y Mónica en la casa de acogida de Mornese. Sin duda llevan dentro el virus de los jóvenes y el Centro de Jerez les está pero tela de agradecido.

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