A una semana del Congreso no quería dejar pasar la oportunidad de compartir reflexiones de esta oportunidad tan carismatica que el Espiritu nos ofreció hace unos días. Enconcreto quiero hacer referencia a la exposición tan brillante de Pepelu y Amin El Kharraz. A medida que la charla iba pasando la emocion y los reto siban surgiendo en mi mente...Se me venían a la cabeza imágenes del Marruecos que visité hace unos meses. El relato era por unaparte desgarrador cuando nos comentabanla forma de entrada (bajos de camión, pateras...lo que ya sabemos) y por otra ilusionante al ver como la estructura salesiana se ha adaptado para trabajar con estos chavales. Pero lo que sin duda me marcó mas fué el testimonio de Ibrahim. Para el que no estuvo decir que Ibrahim es un chaval de 18 años cumplidos que ha sido expulsado del centro de menores de la Junta y que llegó a Andalucia bajo el motor de un camión. reside enla actualidad en la casa salesiana de Jaén (como si de un novicio se tratase...impresionante el testimonio de la comunidad) y necesita un trabajo urgente de los que el SAE denomina de dificil cobertura...Cuando Pepelu y Amin contaban su historia y decían que si no encontraba trabajo su situación sería desesperada el murmuró en voz baja (si no será lo que Dios quiera). En esos momentos me sentí pequeño ante ese chaval cuyo testimonio fué grande. Me enseñó que la religion no tiene razas fronteras o color de piel y la verdad es que llevo toda la semana pensando y rezando por Ibrahim...incluso cambié mi contraseña del equipo para recordarle cada vez que me salte el protector de pantalla.Gracias Pepelu, Gracias Amin, Gracias Ibrahim. Que sea lo que Dios quiera y que nosotros luchemos por la justicia.
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