01 febrero 2008

Artículo enviado por Paco Alegría

CON SU PERMISO ILUSTRÍSMOS SEÑORES

Me consta que ustedes son hombres y mujeres muy importantes, por sus cargos y porque escriben en los periódicos. Tras escuchar y leer lo que han dicho de la Iglesia católica, he hecho examen de conciencia por si somos tan funestos para la sociedad.
Y reconozco que los seguidores de Jesucristo tenemos pecados y debemos convertirnos. Pero en casi nada de lo que ustedes han dicho o escrito me he reconocido. Lo siento y espero que no me nieguen el derecho a decir lo que pienso. Jesucristo nos ha enseñado a ser libres, sin amilanarnos ante puñetazos en la mesa, amenazas o insultos. Por tanto, seguiremos denunciando la injusticia y proclamando la fe.
Nuestra respuesta va a consistir en seguir haciendo la que hacíamos, siempre con nuestros obispos: proclamar el Evangelio con obras y palabras, impartir la catequesis a los niños, a los jóvenes y a los padres que acudan a nuestras comunidades, visitar a los enfermos y llevarles la comunión cuando la pidan, escuchar a los que sufren y buscan que se los acoja, mantener funcionando el 75 % de los servicios sociales de Andalucía, abrir más residencias para enfermos del sida, seguir ofreciendo pisos para aquellos reclusos que han cumplido su condena y no tienen casa, mantener abiertos los comedores populares, buscar a los “sin techo” y ofrecerles una nueva oportunidad, abrir centros de día para ancianos de familias sin recursos… Todo ello, con permiso, ilustrísimos señores.
Comprenderán que, como ciudadanos, tenemos derecho a criticar sus decisiones y sus leyes. No pretendemos imponer nuestra moral, pero tampoco aceptamos que nadie intente imponernos la suya, porque Dios nos hizo libres.
¡Y que el Señor los bendiga!

Juan Antonio Paredes (Málaga)
Director del Semanario Diócesis

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